Doraemon, el tierno gato-robot al cual le comieron las orejas unos ratones...parece mentira que con un comienzo tan desastroso...se ganase los corazones de tantos niños y el mío también.
Cuando me tope por casualidad con este retal de tela estampado con miles de Doraemon, no me lo podía creer. A mí este personaje de dibujos japonés siempre me ha encantado. Es divertido hacer ropa para adultos con tejidos que están destinados para niños. Me parece un contraste, que denota cierto sentido del humor en quien se atreve con este tipo de estampados. El único inconveniente: el retal no era muy grande así que mi idea del vestido se diluía por momentos.Pero tratando de hacer del defecto virtud pensé que quizás mezclándolo con una tela monocolor también vaquera podía incluso beneficiarme al rebajar un poco el tono naif del estampado. En cuanto al diseño en mi cabeza rondaba esos vestidos sencillos de los 60 con silueta línea A y manga corta.
Los dos tejidos elegidos como eternos compañeros. ;)
Y el resultado final. Creo que ha quedado una pieza sencilla con un punto atrevido pero lo mejor: con Doraemon...con muchos Doraemon caminando entre las estrellas. Todos deberíamos tener un gato-robot del futuro que nos hiciese la vida mucho más fácil.