Cuando compré esta tela, tenía muy claro por su ligereza y transparencia que estaba condenada a ser un pañuelo. Pero era tan terriblemente bonita, que no podía permitir que acabase alrededor de ningún cuello; se merecía mucho pero que mucho más.
Ha estado la pobre tiempo por el estudio rondando porque no acababa de decidir que hacer con ella. Yo creo que esa es la parte más complicada, tener claro que forma es la adecuada para el tejido que tienes entre manos...
Te equivocas muchas veces. Algún día os haré un "remember" por mis peores disparates; no me vendrá mal sacarme un poco los colores; entender de una vez que todo oficio tiene su parte de ensayo - error y yo reconozco que eso aún lo llevo bastante mal. ;)
Por la fluidez del tejido me imaginaba algún tipo de diseño que aprovechase esa virtud. Había descartado que fuese una falda, vestido o pantalón porque requería de un forro y a mí lo de los forros...no soy muy partidaria. Así que... una mañana llegó la "revelación mariana": sería un top cruzado, algo muy simple, que se envolviese de manera natural al cuerpo como una bata pero obviamente con algo más de personalidad.
Ah! Pero no caí en la forma de cerrarlo y eso me entretuvo un tiempecito. Probé con tiras para anudar tanto dentro como fuera. No me convencía el volumen que creaban; pensé en algún tipo de cierre en contraste: un mosquetón metálico pero tampoco...destacaba y pesaba demasiado. Al final escogí un cierre inspirado en la ropa interior, con una pequeña pieza de plástico transparente en forma de C que se insertaría en un tira de terciopelo blanco roto. Nos permite ajustarlo para ceñir la prenda o dejarla abierta tipo kimono. Son los típicos detalles que marcan la diferencia para bien o para mal. No sé como resultará...pero es preciosa; como os dije al principio esta tela estaba predestinada a algo más. ;)
Gracias!!!
Os deseo un feliz fin de semana!